sábado, 19 de julio de 2014

ESCRIBIENDO PARTE DE MI

Escribo porque a veces gritar no es suficiente.
Mis dedos son más rápidos que mi voluntad  en la
soledad de mis pensamientos evocando  euforia
de sus besos, sus caricias, sus sueños y alegrías.
Escribo viendo el horizonte queriendo ser autentica
dejando una huella fugaz. 
Aunque esto suene ya repetitivo, deseo amarlo sin
medida, sin control.
Escribo porque inventando una vida olvido por
un instante la mía.
A veces escribo para no sentirme sola,
para calmar mi dolor, para encontrar auxilio,
pedir perdón, para ser perdonada, para luchar
para decir que no me rindo.
Escribo porque tengo ese don  para sentir el
vuelco de los días  para espantar el pasado
creando  nueva esperanza , deseo, ilusiones
sueños rotos,  letras derramadas que se
emborronan con la tinta en un papel con nombre
y apellido.
Escribo a base de días felices, pero también de
días tristes y grises, sobre verdades,  sobre mentiras,  
desahogarme escribiendo  como otros que
lloran, ríen con todas  las fuerzas, con todas las ganas
sin entender otra manera de ser porque los versos
me transportan a un mundo que aún no conozco
porque cada pensamiento es mi sentir escribiendo la
vida que deseo.
Escribo para sentirme viva y no morir en el infortunio
de la desesperación Porque es lo único que me da
valor para confesar mis sentimientos  Porque soy una
cobarde redomada incapaz de gritarle al mundo tu
amor.
 Escribo porque escribir es más fácil, más seguro,
 menos doloroso pero no menos intenso ni menos sincero. 
Aun soy un aprendiz de poesía,
Y el día que me convierta en poeta  ya  no tendré alas
para llegar a ti.
Autora. Rosalía. R.R.






ORGULLOSA DE MI CULTURA

Orgullosa de ser garífuna ,  El cazabe parte de mis raíces, me gusta fomentar mi cultura, saber de dónde vengo,  conocer mi cultura y poder reivindicar mi identidad.  Considerarme parte de la Diáspora de la familia africana en el mundo y aunque estoy viviendo en otro continente y no he tenido la oportunidad de reencontrarme con mis ancestros hay algo que la historia que adoro. Haber crecido al son del tambor y al sonar de la maraca . El folclor corre por mis venas y el sincretismo en mi cabeza. Llevo  lo mejor de mi cultura y me esforzó  por dar lo máximo de mí para mis paisanos, mis hermanos garífunas, igual sientan que el color no solo se lleva en la piel, tiene que salir del alma.  Mi papá fue uno de los grandes impulsadores de la cultura en la familia. Gracias a él hoy fortalezco mi cultura día a día y cuando tengo todas las oportunidades no dudo en hacerlo notar.  La música es parte fundamental dentro de nuestras vidas. “Cuando aprendí a caminar, también experimenté la magia de la música. Desde que tengo memoria  aprendí a tocar instrumentos, después mis padres se hicieron súper cristianos, ya no fue igual, pero yo YA ESTABA MARCADA  El tambor absorbió mi esencia para siempre. Es con el  que más me identifico.  No es fácil ser mujer, ser negra,  y vivir en condición histórica económica, y es allí la problemática. Autora. Rosalia. R.R.R.

LAS CANAS ME RECUERDAN CUANTO HE CAMINADO

TODAS LAS MAÑANAS SOY AFORTUNADA DE TAN BELLO ESPECTACULO mis canas jajajajajajjajjajjajajajajajajajajaajjjaajjaajjaajajjjajajajaajjaajjaajjajajaja me veo  frente al espejo, y descubro  una nueva cana.  Mi mama fue una persona con cana prematura, creo cuando cumplió los 10 años. Yo después de los 15 tenía unas cuantas y esto le dije a mi mama. PUCHA MAMI PORQUE UNO DE HIJO NADA BUENO HEREDA y ella me contesto, porque decís eso mi hijita. Yo no invente las canas. Ella tenía razón pero yo estaba bien enojada, y  le conteste, PORQUE EN VEZ DE HEREDAR ESA CARA BELLA Y ESAS PANTORRILAS  IMAGINE SUS CANAS PUCHA PORQUE DIOS ME CASTIGA  con el paso de los años poco a poco he  ido viendo cómo  se reproducen,   no  saben estar solas las condenadas  SON SOCIABLES jajajajaja. Normalmente, a la llegada de una siguen otras y otras.  Me caían tan  mal, soy  sincera, pero también me gusta pensar que cada cana es una huella que dejaron las múltiples  experiencias, malas o buenas; un premio por haber decidido vivir, amar, sufrir, perder, volver a intentarlo. Que afortunada soy. Autora. Rosalia. R.R.



GITANO MIO

Intentando escribir en el aire los pasos
de un emocionado baile donde se adivina
la tímida sonrisa complacida de unos labios
callados que todo lo dicen.
Una gitana al oír los “jipíos” se queda
observando y como un resorte levanta
 girando los pies, brazos, contorsionando
su cuerpo, el  abanico corpiño verbena
revoloteando  los lazos de seda y de rosas
cuajados.
Su pelo ya suelto, catarata de negra melena,
que contrasta con sus finas muñecas como dos
blancos nardos, se cimbra al viento dejando
a su paso un vacío de aire que ahoga el
suspiro de un gitano que está mirando el
anárquico ritmo desbocado de placeres no
imaginados.
Que dulce es la tortura del deseo capaz de
traicionar hasta el destino hallando camino
clandestino de tu cuerpo desde la corola
hasta la raíz para llegar al éxtasis del placer.
Baila baila  gitano mío.
Tu baile es majestuoso de suave cantoneo
música de arrogancia pasiones , celos,
 y desafío.
Se oyen tacones, y mientras tanto, se percibe
el murmullo que  en estertores, la gitana,
cuerpo de ébano crujiendo cintura sin poder
evitarlo.
Contigo soy capaz de lo que sea no me importa
lo que venga porque ya se a dónde voy.
Autora. Rosalía. R.R.





FORMULA PARA ENAMORAR AL HOMBRE DE TUS SUEÑOS

1.- Entrega tu alma.
2.- Ofrece tu sangre.
3.- Escríbele un poema.
4.- Dedícale canciones.
5.- Regálale chocolates.
6.- Obséquiale peluches.
7.- Susúrrale  inexpertamente que lo amas.
8.- llévalo  a conocer el mundo.
9.- Compréndelo y dale su espacio.
10.-cocinale rica recetas
11.-Hasle sus fantasías sexuales
12.- pero sobre todas las cosas se sincera con él para que todo lo anterior te funcione.
R.R.R. 

MUJERES ESCARABAJO

Hay mujeres bien capacitadas, súper profesionales, con buenos puestos, funcionarias, legisladoras, hasta presidentas,  PERO LES HACE FALTA EL CANDOR DE SER ELLAS MISMAS muchas veces “ La esposa de” es la sombra difusa de su marido. Crece, miedosa, como un yuyito al costado de un árbol inmenso. No tiene un universo previo al compromiso, y si lo tuvo, lo disuelve con el tiempo. Su rutina y sus deseos son un enfermo duplicado de la intimidad de su pareja. Vota al candidato que él elige, frecuenta a sus amigos, se fanatiza con sus hobbies,  ella tiene la autoestima por el piso y vive convencida de que su marido es un hombre brillante, cuando en realidad, la única que lo admira es ella.  Inoperante hasta lo prohibido. Un trámite sencillo es, para ella, una misión imposible de completar. Si se inunda la casa, por ejemplo, en vez de cortar el agua y llamar al administrador, se atrinchera en el baño y espera llorando que llegue su esposo de la oficina. Si no puede esperar y tiene que comprar algún repuesto o negociar con el plomero, no toma ninguna decisión sin antes llamar setecientas veces al celular de su marido, que se las ingenia para incluir “boluda” e “inútil” en todas sus respuestas. Si bien no trabaja ni estudia, no tiene ni un minuto libre. Está demasiado ocupada haciendo malabares para que él no se enoje: esconde las cosas que rompe, tira el extracto de la tarjeta de crédito cuando se excede con los gastos o se confabula con la mucama hacer desaparecer las camisas que juntas arruinaron en el lavarropas. El, por su parte, expresa su cariño exhibiéndola como una perrita campeona en fiestas y recepciones, arrimándola estratégicamente al lado de las desvencijadas esposas de sus amigos, y bancándole algún proyecto estúpido relacionado con tortas o bijouterie.   Por este motivo, durante años acumula un sereno resentimiento, que, si bien no es culpa de nadie, deviene en una escandalosa infidelidad al promediar los treinta y cinco años. Es como la esposa  de elite. Una matrona de clase alta que hace honor al viejo adagio que dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, creyendo que ser esposa de un hombre exitoso es un triunfo personal. No se cansa de repetir que ella dejó su profesión para cuidar a su familia, aunque en realidad, lo único que perseguía con su renuncia era dedicarse a mangonear mucamas y comprar tonteras a jornada completa. No tiene ninguna otra aspiración más que organizar cumpleaños, hacer de remisa de sus hijos o planear algún viajecito. Y, a diferencia de las demás, que quisieran recuperar sus nombres y abandonar el angustioso epíteto marital, cada vez que hace un llamado o se presenta en algún lugar, se infla como gallina ponedora y cacarea: “Habla la señora de fulano de tal CON ESE TIPO DE MUJERES NO PODEMOS AVANZAR.

AMIGOS PARA SIEMPRE


jueves, 17 de julio de 2014

TE NECESITO MAS QUE NUNCA

Amor de mi vida no soy tan fuerte como
Pretendo.
Siento que te necesito más que nunca,
no pido otra cosa más solo tenerte a mi lado
porque de nada me sirven tus besos cuando al
irte me dejas sedienta  porque es un amor
excitante que me lleva en las alturas cuando
sostengo tu cintura y se me hace incontrolable,
todo el deseo y la locura.
Vivo y quiero vivir siempre del paraíso de tu
cuerpo que me envuelve y me quema  con ese  olor
de carne firme, de mejillas claras
y de sangre nueva.
¡Te quiero , soy joven, por eso es que tengo
las misma fragancia de la primavera!
Soy caricia de lluvia, soy melodía de viento,
soy te amo sin tiempo,
porque en  tu corazón soy eterna  en que abres tus
pétalos para mí
bajo aquel árbol del deseo donde crecen las flores
y el lago emana  la belleza de tu alma.
Te amo vida mía, muchas gracias por permitir amarte
día a día, y noche a noche.
El tiempo de espera fulmina mis sentidos y
mis letras hablan por mí  para ti desde lo más
profundo de mi corazón.
Cuando el aire fresco y el día iluminan mis pasos,
siento tu presencia , la brisa que acaricia mi rostro me
trae tu amor.
Así, renazco a la vida, y cuando estoy  cansada tú
eres el aire que necesito.
Sabes qué.  Te amo, siempre tuya, siempre mío,
siempre nuestro.
Autora. Rosalía. R.R.







sábado, 12 de julio de 2014

BUSCANDO PARTE DEL DESTINO


LA ROSA EN MIS VERSOS


EL TAMBOR Y YO

Oigo el sonar de los tambores
Y  entra nostalgia en mí  por la fuerza
africana que está en mi sangre.
El  equilibrio emocional  me recuerda
lo frágil que soy al ritmo del tambor
sabiendo que nadie puede conmigo
cuando a lo lejos  emite su canto.
Tomo consciencia y mi fuerza
renace el ímpetu que ha guiado mi
vida por senderos a los cuales pocas
almas han transitado  y me veo  la
mujer que no es más que la totalidad
de todo, inerte e irrompible, inmutable.
Me invade un impulso de movimiento,
mi cuerpo clama entrar en calor,
se vuelve  un mandato cada vez  que el
sonido timbra en mi corazón.
Siento que necesito moverme,
palpitar a ese ritmo, contagiarme y
retumbar. Mi piel  se eriza, mi cuerpo
comienza a vibrar y a librar energía tomando
ritmo.
Creo de alguna manera que la música
y la danza ejerce en mí, algo que en nada
iguala.
Es curioso, ¿será por la vibración?
Porque de alguna manera me dejo llevar
por los acordes y las puertas se abren
como si fueran puñales que desgarran
una realidad rompible. 
Tengo una necesidad imperiosa de
soledad,
tal vez de irme en las escalas de esa música,
alejarme de la gente, gente que amo
y me son tan necesarios.
Pero al mismo tiempo, necesito respirarme
en silencio. Es como si de alguna manera esa
sea la única forma en que ordene las piezas del
ajedrez de mi mente.
He aprendido  que para aquel que busca de la
verdad, la mejor puerta para abrir es una mirada.
Cerré los ojos y el ritmo del tambor me levanto
del suelo, me abstraje del viento, viajé en el aire,
caminé por las nubes y cuando el  tambor paro,
volví a bajar.
Este es mi regalo y en realidad esta soy yo,
El tambor lleno mi soledad.
Autora. Rosalía. R.R.




viernes, 11 de julio de 2014

SOY TU POTRA SALVAJE

Te recuerdo en mi boca, en mis manos,
con tu lengua  en mi cuerpo dibujando
una flor suavemente sin prisa muy
despacio  con tu brocha saboreando
valle y montañas.
Soy tu potra salvaje, demuéstrame tú
Fuerza y tu linaje que yo cabalgare sobre
tus ancas incansablemente repitiendo
una y otra vez tu nombre dirigiéndote
más adentro corriendo  salvaje por los
linderos de mi amado relámpago
y  trueno.
Eres ese macho soñado por la hembra que
represento
el hombre necesitado por la mujer que
soy,
el demonio que me vuelve diabla,
La bestia salvaje que quiero que me
muerda y me coma entera.
Eres el veneno con el que moriré al
anochecer  y reviviré en el amanecer,
sin nada que me importe,
ni conciencia que prive, ni arrepentimientos
que me toquen. 
Somos dos cuerpos en almas seremos una.
En ti verteré amor, pasión, deseo y lujuria
y tu sentirás morir en delirio, pidiendo la luna,
Y ya al borde del éxtasis te haré completamente
mía de manera pasional y salvaje.
Yo te amo como nunca ame a nadie,
Con mi fuego que jamás se apaga
con ese deseo de amarte y ser siempre tuya.
Autora. Rosalía. R.R.