Quizá fui víctima del fantasma
que se antepone a los pliegues
de letras derramadas deslizadas
con lo imaginario de mis pupilas
arroyos profundos de palabras
que saben a silencio y se fueron
colando entre mis huesos.
Hilos que se encuentran tejiendo
versos a la vida,
el ser alguien errante y al mismo
tiempo cautiva el tener alas
permaneciendo enjaulada.
Me derrumbe y quise olvidar
tu nombre.
Fue imposible .Ya tu olor había
Impregnado mi cuerpo y poco
a poco fueron saliendo sentimientos
que ni yo misma reconozco.
El terror abraza mis cuerdas vocales,
se enredan y es en
ese momento de
la vida que me agarro y toco fondo
para evitar salir corriendo como
Alfonsina y perderme en el mar.
Letras derramadas rasgando
la
entraña del pensamiento
Inscribiendo el
llanto en el mundo
como un testimonio inédito de temas
inconclusos.
Tendré que dejar de sumar ausencias
letales a la melancolía y encontrar
algo demorado, algo que no llegó a ese
punto de fusión entre lo que mi poesía
quiere decir y lo que mi alma interpreta.
Aunque el tiempo había degastado
muchas cosas él estaba allí.
Confundido, melancólico,
conmovedor,
me acerque para decirle que todo el
tiempo le había amado.
Autora. Rosalía. R.R.
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