Estoy ciega por todos lados.
Yo como tú, busqué un rincón para cobijar mí
soledad.
Nadie en esta tierra abrió sus brazos para
estrechar mi corazón. Solitaria perdida en llanto
deje caer lágrimas de dolor junto al silencio
del bosque sufriendo en la oscuridad de la noche.
Amé una vez a un hombre que acariciaba mi piel
como las cuerdas de un arpa con diecisiete cuerdas
Era mi vicio, mi adicción mi sabor preferido,
el fuego que ardía en la esencia de mis cálidas
venas y yo, susurrándole al oído desnúdate
despacio, que la ropa bese tu piel mientras cae
lentamente. Ven, camina hacia mí, quiero
memorizar tú desnudez para cuando te marches
vivas en mis recuerdos. Por ti vivo, por ti muero
para ti siento, para ti sonrío, sin ti lloro,
sin ti muero, a ti te amo, a ti te siento
gracias a ti existo.
¡Eres el amor de mi vida, regresa!
Autora. Rosalía. R.R.
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