Cuando te hayas marchado,
gritare fuerte aunque
el silencio
no me responda.
Seguiré gritando tu nombre a los
Vientos como grita una mujer que
ha sabido amar.
Gritaré tan fuerte que el cielo me oirá,
y aunque sé que nadie me contestará,
gritaré en mis noches solas y vacías
todos los días de mi
vida.
Gritaré pues quiero repetir tu nombre,
y que el mundo lo sepa.
Gritaré cuando este
muriendo,
y mi corazón no quiera latir.
Entonces tu nombre morirá en mi boca
porque es lo que me hace vivir.
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