Se que existe el
hombre que roba mi
Sueño cada noche mirándome a los ojos
Penetrando en lo más profundo de mi alma.
Espero encontrarlo y unir mi vida con él.
Gracias mi amor por aparecer repentinamente
déja que piense que me necesitas,
deja que el momento de la compañía se impregne
Con las cuerdas de tu alma y que envuelva
la melodía de mi entraña.
Déjame esta noche soñar contigo,
deja que me enrede entre tus labios y tus brazos,
déja que yo sea quien te quite la ropa
y te cubra con los
pliegues de mi piel.
Que bonito sería arrojar al suelo la copa vacía
Para llenarla de nuevo de tus besos
y regalarte ese amor
para siempre haciendo
que mi corazón se alimente de ti haciendo feliz
mis días de tanto amarte.
Déjame que te sueñe, que imagine la caricia
próxima,
la sonrisa dulce que sostiene mis besos en
equilibrio entre risas y quebrantos buscando
el mejor rincón para colarse y atrapar mi sonrisa.
No estas aquí, tal vez nunca estuviste, tal vez
nunca estarás.
Sin embargo existes y
con eso me basta para
recordar que te amo con eso me basta para saber
que te necesito; eso es suficiente para tener
la esperanza de que me encuentres algún día
por ahí sollozando al atardecer mi tristeza,
con voz entrecortada tal vez te grite, tal vez
te perdone,
¿Qué importa? ¡Soy poeta!; loca soy, loca he de
ser, y lo seguiré siendo
hasta que me regales
una caricia de amor o hasta que yo me conforme
con las caricias de la soledad. Que al fin y al cabo
sólo necesito otra
noche para volver a soñar contigo.
Autora. Rosalía. R.R.
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