Todos dicen que ya tengo un amante.
Aun no lo conozco pero su olor impregna
mi existencia.
Soy una dama con la espalda desnuda,
soy viuda de un gran señor de un gran amor.
Las lenguas curiosas no entienden que
merezco sobrevivir.
No quieren entender que necesito
poder decir de nuevo: "Te Amo"
Pero no con la voz de mi garganta
si no con la voz de mi alma.
Cuando hablan de mí bajan las voces para
que no me entere que envidian mi locura
y lo gritan en silencio.
Así conocí un gran amor, sin saberlo,
sin esperarlo, sin planearlo, de repente,
casi por milagro en una cita corriente,
en un lugar cualquiera, mis ojos se vieron
invadidos por tu mirada. Mi piel recibió
el mensaje, y su boca invadió la mía,
con un beso que electrizo mi ser, y
así de repente sin el más mínimo indicio
de su existencia,
apareció en mi vida
inundando mis sentidos con su encanto,
mirada, con cada respiro del aire que
envolvía nuestros cuerpos, se fue
transformando en un nombre y una
imagen descontrolando
mis sentidos.
Su espíritu comenzó a ser identidad de
mi ternura y con cada punzada de su
encanto sin mediar
nada de por
medio,
llego como un afilado cuchillo directo a mi
corazón, y es ahí donde quiero que se quede.
Nada es inmoral siempre y cuando
contribuya a perpetuar el amor.
Autora. Rosalía. R.R.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario